Tipos de Sondas Urinarias

Existen diferentes formas de vaciar la vejiga

A menos que tengas que empezar a utilizar una sonda para ayudarte a vaciar la vejiga, es poco probable que sepas mucho sobre ellas. Sabemos que al principio parece aterrador y difícil, pero en cuanto aprendas la técnica, se convertirá en un hábito como cualquier otra rutina diaria.

¿Qué es una sonda urinaria?

Una sonda es un tubo fino, a menudo de plástico flexible, que se introduce en la vejiga a través de la uretra. Las sondas se denominan dispositivos médicos y las prescriben los profesionales sanitarios.

¿Por qué es necesario?

Las sondas urinarias se utilizan para vaciar la vejiga urinaria cuando no puede vaciarse correctamente por sí sola. Este proceso se denomina sondaje y puede ser necesario en diferentes situaciones. Lo más habitual es que sea tras una intervención quirúrgica o durante una hospitalización. Muchas personas utilizan sondas a diario para controlar la disfunción de la vejiga causada por otro diagnóstico, como una lesión medular, espina bífida, esclerosis múltiple (EM), enfermedad de Parkinson, diabetes, ictus o disfunción del suelo pélvico (por ejemplo, las mujeres con incontinencia después de la menopausia).

Existen diferentes tipos de sondas urinarias y la decisión sobre cuál elegir determinará si los resultados para el paciente son satisfactorios.

Sondas permanentes

Una sonda permanente es una sonda que permanece dentro del cuerpo durante más tiempo, y hay dos tipos. Una sonda permanente uretral es una sonda que se introduce por la uretra hasta la vejiga, mientras que una sonda permanente suprapúbica se introduce por un estoma directamente hasta la vejiga. Las sondas permanentes las insertan los profesionales sanitarios y se dejan dentro del cuerpo el tiempo que sea necesario. Para un uso prolongado, suelen cambiarse cada mes o cada dos meses. Tener algo dentro del cuerpo durante tanto tiempo ha demostrado aumentar el riesgo de infección urinaria.

Sondas para cateterismo intermitente

Las sondas para cateterismo intermitente no permanecen dentro del cuerpo, sino que se utilizan a demanda, introduciéndose a través de la uretra para vaciar la vejiga, y se retiran cuando se ha completado el vaciado. Generalmente, el proceso de sondaje lo suele hacer la propia persona que requiere vaciar su vejiga, por ello se llama autosondaje intermitente. Es una técnica más sencilla de aprender y realizar que lo que podría parecer, los profesionales sanitarios van a ser claves para la educación y el soporte a los pacientes.

Incluso a los niños de siete u ocho años se les puede enseñar a sondarse, y las personas con una función manual reducida también pueden practicarlo utilizando dispositivos auxiliares.

El sondaje intermitente se realiza aproximadamente con la misma frecuencia con la que normalmente irías al baño, entre 4 y 6 veces al día.

Sondas hidrofílicas vs No hidrofílicas

Hay dos tipos principales de sondas urinarias para cateterización intermitente: las sondas no hidrofílicas, que son sondas sin recubrimiento, y las sondas hidrofílicas, que están recubiertas de una superficie deslizante para mantener una baja fricción tanto durante la inserción como durante la retirada, ayudando así a evitar complicaciones.

¿Qué sonda debo usar?

El sondaje intermitente (SI) es el método preferible para vaciar la vejiga cuando no puedes orinar de forma natural. Es seguro a corto, medio y largo plazo, y minimiza riesgos frecuentes como las infecciones del tracto urinario (ITU), las estenosis, las complicaciones de los cálculos vesicales y el deterioro del tracto urinario superior.

El sondaje intermitente es lo más parecido a la micción natural, y proporciona al usuario control y libertad. Para los usuarios a corto plazo, el sondaje intermitente proporciona una recuperación más rápida y una vuelta a la micción normal (vaciado de la vejiga) tras la cirugía.

De los distintos tipos de sondas intermitentes, las pruebas demuestran que las sondas hidrófilas de un solo uso son las mejores para reducir el riesgo de complicaciones.