La salud de la mujer nos preocupa a todos Salud de la vejiga en la mujer

¡Mejorar la salud de las mujeres, mejorar el mundo!

Esta atrevida afirmación puede sonar un poco grandilocuente, pero es un mensaje de la Organización Mundial de la Salud (OMS). La salud de la mujer no sólo concierne a las mujeres, sino también a sus familias, comunidades y sociedades en general. En otras palabras: es una preocupación de alta prioridad.

En general, las mujeres tienen más dificultades para recibir la atención sanitaria que necesitan y está claro que se necesitan cambios. La OMS pide reformas que garanticen la participación central de las mujeres en su asistencia. Estamos de acuerdo y queremos contribuir.

Nuestra visión: Hacer posible que todas las mujeres tengan éxito con el Sondaje Intermitente. Este vídeo explica cómo.

Problemas de vejiga en la mujer

Las mujeres son más propensas que los hombres a contraer ITUs debido a una serie de razones, como la uretra más corta, los cambios hormonales, etc.

Las infecciones en las cifras

• Aproximadamente la mitad de las mujeres padecerán una ITU a lo largo de su vida.
• El riesgo de padecer una ITU es 3-4 veces mayor si eres mujer
• Aproximadamente 1/3 de todas las mujeres de 24 años han padecido una ITU
• Las mujeres de entre 16 y 35 años tienen unas 35 veces más probabilidades de padecer una ITU que los hombres.

Las cifras pueden parecer un poco injustas, pero tienen que ver con la forma en que están construidos nuestros cuerpos. La uretra más larga de los hombres facilita un lavado natural de bacterias cada vez que orinan. Además, la posición de la uretra femenina, cerca del recto y la vagina, aumenta desgraciadamente el riesgo de transferencia de bacterias.

Las infecciones urinarias son bastante frecuentes en las mujeres sexualmente activas, aunque orinar antes y después de mantener relaciones sexuales puede ayudar a prevenir la infección. Las mujeres diabéticas tienen más probabilidades de padecer una ITU, debido al impacto de esta enfermedad en el sistema inmunitario.

Otras causas potenciales son el uso de anticonceptivos y antibióticos, que pueden alterar la flora vaginal normal. También se ha demostrado que influyen los factores genéticos y los niveles de estrógenos.

El uso de sondas uretrales aumenta el riesgo de ITU, y por eso es importante elegir conscientemente la sonda y utilizar la técnica correcta. Se ha demostrado, por ejemplo, que las sondas con revestimiento hidrofílico reducen el riesgo de ITU y suelen ser las preferidas por los usuarios.

Otro problema frecuente en las mujeres son los Síntomas del Tracto Urinario Inferior (STUI). El término abarca a ambos sexos, pero la prevalencia general es mayor en las mujeres. Los STUI incluyen síntomas como frecuencia, urgencia, flujo escaso y goteo.

• La incontinencia urinaria es aproximadamente de 2,5 a 3 veces más común en las mujeres.
• El riesgo de infecciones urinarias 3-4 veces mayor en las mujeres.
• La vejiga hiperactiva es más común en las mujeres.

Los STUI se dividen en dos categorías principales: problemas relacionados con el almacenamiento (si tiene fugas de orina) o de vaciado (si no puede vaciar la vejiga).

Si tienes pérdidas de orina

Puede que accidentalmente pierdas un poco de orina al toser, estornudar o hacer ejercicio. Esto se denomina incontinencia de esfuerzo y es frecuente tras el embarazo y el parto.

Las pérdidas de orina también son frecuentes debido a enfermedades neurológicas como la esclerosis múltiple, y/o a causa de una vejiga hiperactiva (VH). La vejiga se contrae cuando no debe, provocando pérdidas. Esto se denomina incontinencia de urgencia.

La incontinencia y los problemas de almacenamiento suelen ser más frecuentes en las mujeres que en los hombres.

Si no puedes vaciar la vejiga

La retención urinaria es lo contrario de la incontinencia: tienes problemas para vaciar completamente la vejiga. Cuando queda orina en la vejiga, aumenta el riesgo de infecciones. Si no se resuelve, los riñones pueden resultar dañados..

La retención es bastante inusual en las mujeres, a menos que padezcas una enfermedad neurológica, un prolapso o complicaciones quirúrgicas postoperatorias. Es frecuente en los hombres mayores, en los que la retención puede deberse a una barrera mecánica, como un agrandamiento de la próstata, o a un deterioro de los músculos de la pared de la vejiga, que los hace demasiado débiles para contraerse.

El cateterismo intermitente como solución

Muchas mujeres luchan durante años por encontrar una solución a sus problemas de vejiga, sin éxito. Un método que a veces se pasa por alto, o incluso se evita, es el sondaje o cateterismo intermitente (CI). El CI puede ser una buena solución para muchos de estos problemas, pero a veces las mujeres se resisten un poco al CI. Dicho esto, cuando hayas superado las barreras, es probable que hayas encontrado la solución a tus problemas de vejiga.

¿Algo de esto te suena familiar?

Anatomía y una buena postura

Para ser francos, para una mujer no es tan fácil ver por dónde introducir la sonda, y probablemente necesites un poco más de apoyo cuando empieces. La forma del cuerpo y el equilibrio al sentarse pueden requerir a menudo la ayuda de un cuidador, lo que puede resultar embarazoso e incómodo.

Baños inaccesibles

Para muchas mujeres, la sola idea de salir sin saber si encontrarán un baño accesible, es suficiente para quedarse en casa. Algunas mujeres incluso beben menos, para limitar sus visitas al baño (esto no es aconsejable). Los aseos públicos no siempre son los lugares más higiénicos, y puede haber ansiedad sobre cómo deshacerse discretamente de la sonda.

Una cosa más a encajar en mi día a día

A algunas mujeres les parece una tarea engorrosa que requiere mucho tiempo y otra cosa más a tener en cuenta, que obstaculiza la vida social y las relaciones, que son esenciales para el bienestar emocional. Muchas mujeres tienen dudas sobre si el sondaje es compatible con un estilo de vida ajetreado, la vida social y el trabajo.

Miedo ante la idea de sondarse

Muchas mujeres experimentan sentimientos de vergüenza, pérdida de dignidad y baja autoestima cuando no pueden orinar de la forma normal. Algunas piensan que el CI parece invasivo y doloroso, les quita feminidad y se asocia con las personas mayores.

Estos miedos son perfectamente normales, pero no siempre los abordan los profesionales sanitarios. Si te reconoces en lo anterior, aprovecha para comentarlo con tu médico.

Elige tu sonda cuidadosamente

• Dale una oportunidad: ¡tu dedicación garantizará un resultado satisfactorio!
• Evalúa distintas opciones: es muy importante encontrar una sonda que ofrezca un control ergonómico, sea higiénica y discreta.
• Elige una sonda que se adapte a tu estilo de vida y a tus necesidades, y no al revés.
• Y por último, un buen comienzo es crucial para tener éxito con el sondaje intermitente. Pide ayuda a tu profesional sanitario y espera lo mejor de tu sonda.