Preguntas frecuentes

Si te acabas de saber que tu hijo va a tener que sondarse, probablemente tanto tú como él tendréis muchas preguntas. Hemos reunido algunas preguntas frecuentes que hacen tanto los padres como los niños

¿Por qué tengo que usar sondas urinarias?

Para que puedas hacer pis, la vejiga y el cerebro tienen que poder hablar entre sí. La vejiga tiene que decir "necesito que me vacíen"; el cerebro tiene que responder "ve al baño y deja que tus músculos se relajen para que puedas hacer pis" y la vejiga tiene que responder "ya estoy vacía, gracias, los músculos pueden volver a tensarse". Sin hablar entre sí, el cerebro no sabe que necesitas hacer pis, por lo que no puede decirle a la vejiga que te exprima, ni tampoco puede decirle que deje de orinar. Las sondas te ayudan a expulsar toda la orina cuando la vejiga y el cerebro no pueden comunicarse.

¿Duele?

Puede parecer un poco extraño al principio, pero no duele.

¿Puedo hacerlo mal?

A veces es un poco difícil poner la sonda. Si esto ocurre, intenta respirar hondo y toser, ¡esto puede relajar los músculos derechos para que entre más fácilmente! Si eres niña y no sale pipí, puede que hayas puesto la sonda en el orificio equivocado. Consigue otra sonda e inténtalo de nuevo, puedes utilizar un espejo si quieres para ver por dónde va.

¿Puede la sonda desaparecer dentro de mi cuerpo?

No, nunca puede ir más allá de tu vejiga, así que no se perderá. Tampoco puede hacerte un agujero en la vejiga, ya que se dobla cuando toca el interior de la vejiga.

¿Es suficiente vaciar mi vejiga por la mañana y antes de acostarme?

Sólo si así te lo ha dicho tu médico o enfermera. De lo contrario, no. Si el pis permanece demasiado tiempo en la vejiga, puede enfermarte. Los niños normalmente necesitan hacer pis entre 5 y 7 veces al día, lo que puede significar que tú tengas que hacer lo mismo. Intenta utilizar siempre la sonda tantas veces al día como te diga la enfermera o el médico.

¿Puedo beber menos y cateterizar menos?

No, tu cuerpo necesita agua para funcionar y orinar es bueno porque elimina bacterias de tu cuerpo.

¿Por qué tengo infecciones del tracto urinario?

La mayoría de los niños contraen infecciones del tracto urinario (ITU) porque no se lavan demasiado bien las manos (¡igual que algunos adultos!). Si los bichos de tus manos llegan a la sonda, se introducen en la vejiga y provocan una infección. Los bichos también pueden entrar en la sonda si toca tu ropa o el inodoro antes de usarla. Si esto ocurre, debes tirarla y utilizar una limpia. Todo esto empeora si no bebes lo suficiente o si no vacías bien la vejiga. Siempre debes esperar a que no salga más pis antes de quitarte la sonda, aunque tengas prisa. Habla con tu médico o enfermera sobre cuánto debes beber.

¿Por qué a veces es difícil introducir la sonda?

Si tienes la vejiga muy llena, es posible que el pequeño grifo del fondo de la vejiga esté apretando más de la cuenta para evitar que pierdas orina. Si te sientas en el váter y utilizas los músculos de la barriga para expulsar primero suavemente un poco de orina, probablemente verás que la sonda entra con más facilidad. A veces, respirar hondo y toser puede ayudar, ya que relaja los músculos y permite que la sonda entre hasta el fondo de la vejiga.

¿Cómo es que a veces se me escapa orina entre los sondajes?

Si dejas pasar demasiado tiempo entre un sondaje y otro, tu vejiga estará demasiado llena, ¡y ese pipí tiene que ir a alguna parte! Tienes que asegurarte de que utilizas las sondas con la frecuencia que te ha indicado la enfermera. A veces el grifo del fondo de la vejiga no funciona muy bien y tienes pérdidas aunque utilices muy bien las sondas. Si esto ocurre, habla con tu enfermera especializada, que podrá ayudarte.

¿Tengo que decírselo a mi maestro?

Es una buena idea decírselo a tu profesor o a la enfermera del colegio, porque a veces puedes necesitar ayuda. Si quieres, puedes pedirle a tu papá o a tu mamá que se lo digan por ti, o podéis decírselo juntos. Los profesores son muy buenos recordándote cuándo tienes que ir al baño si se te olvida, y no le dirán a nadie más que usas una sonda.

¿Mis amigos tienen que saberlo?

Puedes decidir a quién quieres contarle lo de tus sondas -no tienes que contárselo a nadie si no quieres- o tal vez sólo a uno o dos amigos íntimos. Tú decides. Recuerda que una vez que se lo has contado a alguien, no puedes deshacerlo. Si te peleas con ellos, pueden contárselo a otras personas. A veces es más seguro contárselo a alguien a quien no ves en el colegio, por ejemplo si haces actividades extraescolares. Los amigos de allí pueden sentirse más seguros para contárselo porque no conocen a tus otros amigos y es menos probable que tengas discusiones con ellos. Si no estás seguro de a quién contárselo, habla primero con tus padres o con la enfermera, porque normalmente podrán ayudarte. Incluso es posible que tu enfermera pueda hablarte de otras personas que utilizan sondas y pueden ser tus nuevos amigos. Podréis hablar entre vosotros más fácilmente, ya que ambos sabréis lo que es utilizar una sonda.

¿Puede alguien decir que estoy utilizando una sonda?

Nadie puede saber que haces pipi con una sonda. Sólo lo sabrán si tú se lo dices.

¿Puedo ir a viajes escolares?

¡Claro que puedes! Simplemente no olvides llevar suficientes sondas contigo. Incluso puedes llevar sondas con su propia agua y bolsa si vas a un lugar donde no hay un aseo cerca. Tu enfermera puede enseñártelos.

¿Puedo ir a nadar?

Sí que puedes, los niños que utilizan sondas pueden nadar todo lo que quieran, ¡y es muy divertido!