Las pérdidas intestinales no tienen por qué impedirte llevar una vida activa
Tras muchos años como director financiero de empresas cotizadas, Javier decidió dejar de trabajar en la primavera de 2020, a pesar de que le quedaban varios años hasta la jubilación. Simplemente pensó que quería vivir experiencias más satisfactorias, como viajar con su mujer, jugar al golf, nadar y hacer ejercicio. Pero primero quería librarse de sus visitas nocturnas al baño.
Pidió ayuda a un urólogo para que le revisara la próstata y le mandó hacer un examen de vejiga, por si acaso. Fue entonces cuando le detectaron un tumor en el recto.
En enero de 2021, se extirpó parte del intestino de Javier y con él se fue el tumor. Durante un periodo transitorio, se le colocó un estoma temporal, pero debido a la escasez de personal durante la pandemia, el estoma no se retiró hasta 5 meses después. Javier recibió el alta médica, pero tuvo que aceptar que la operación le había causado complicaciones en su vida diaria, sobre todo en la función intestinal, ya que se producían pérdidas accidentales.
Encontrar el tratamiento adecuado
Javier es una persona muy activa: además de jugar al golf, nada largas distancias tres veces por semana, juega al pádel y al tenis, y también va al gimnasio un par de veces por semana. Cuando puede, practica senderismo y esquí. La función intestinal y la digestión siempre funcionan mejor con la actividad física, pero tras la operación puede aparecer incontinencia.
A medida que las funciones del cuerpo cambiaban, Javier utilizaba medicación para calmar su intestino y hacer las heces más firmes. El verdadero problema en su caso eran los gases, que ejercían presión sobre el intestino, provocando incontinencia, es decir, pérdidas de caca.
Javier recibió ayuda de una enfermera de la clínica de rehabilitación para encontrar un buen régimen de control intestinal, probando distintos medicamentos y métodos. Ocho semanas después del estoma, Javier pudo reanudar su entrenamiento. En ese momento, sintió que podía llevar una vida normal y mantener sus pérdidas bajo control. Pero si antes iba al baño todas las mañanas, ahora solo tenía que hacerlo cada tres días. Esto significaba que si tenía que entrenar el segundo o tercer día después de la última visita al baño, existía el riesgo de que se produjeran pérdidas, lo cual era desagradable y le causaba ansiedad.
Navina Insert
Entonces probó diferentes protecciones, incluido un tipo de tapón anal, que podía recibir por prescripción de su medico, y que le servía como solución de emergencia cuando sentía que había riesgo de fugas. Su enfermera también le dio la oportunidad de probar un producto alternativo: Navina Insert.
Javier dice que el tapón que le han recetado sí funciona, pero el manejo se hace más complicado, ya que hay que introducirlo con el dedo, y luego queda un incómodo cordón que cuelga. También es difícil sentir si está bien colocado, y a veces se tiene la sensación de que está mal colocado.
Con el obturador Navina, tengo un control total y no tengo que preocuparme por sorpresas desagradables
Javier dice también: Navina Insert, en cambio, es fácil de insertar y resulta higiénico gracias al uso del aplicador. Se sabe inmediatamente cuando está en su sitio, dice, ni es visible cuando te esfuerzas, y apenas se siente.
Es increíblemente importante que puedas sentirte seguro y protegido cuando entrenas, dice Javier, y continúa: Cuando voy a nadar, Navina Insert es mi única elección, porque me hace sentir completamente seguro.
La última vez olvidé que lo llevaba y no me di cuenta hasta que me iba a la cama.
Javier recomienda a cualquiera que se encuentre en la misma situación que se tome mucho tiempo para probar diferentes soluciones junto con una enfermera.
Si surge una emergencia, quieres poder ocuparte de tus propios cuidados con rapidez y facilidad, confiando en un producto fiable, que es exactamente lo que es Navina para mi.
*Los testimonios aquí descritos se basan en experiencias individuales y no deben considerarse consejos médicos, para encontrar la solución más adecuada para ti, consulta siempre con un profesional sanitario.
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